La princesa Leia no existe. La que existe es Carrie Fisher. Algunos fanáticos se olvidan y confunden a las dos. En lo personal, extrañamente, soy más fan de la persona real que de la princesa de Star Wars. Lo soy desde que leà una novela escrita por la actriz, llamada Postales del abismo, que me asombró por la honestidad y fuerza que contenÃa.
Ahora, sin embargo, no comparto esa novela, sino un libro que recoge un monólogo que la actriz hizo durante mucho tiempo en distintos teatros de USA. Un texto en el que cuenta su experiencia de vida tratando de ser alegre y dinámica pensando sobre todo que se trataba de un espectáculo en vivo. Ella cuenta que surgió como un ejercicio de aprendizaje. Un aprendizaje que la ayudó a recordar quién era ella misma, luego de salir de varios tratamientos, incluyendo electroshocks y pérdidas de memoria asociadas.
Debo reconocer que, por momentos, el tono necesario para el espectáculo que origina este libro me incomoda un tanto, pero es justamente ese tono alegre y rápido el que ha sido destacado por muchos. Yo, por mi parte, destaco el prólogo y algunos momentos en que logra abordar con un poco más de seriedad esa búsqueda por ser auténtica, en medio de un mundo de fantasÃa.
A lo mejor no parece una recomendación tan entusiasta, pero es un libro que me pidieron compartir y lo presento como lo percibo. La honestidad primero, hubiese dicho Carrie Fisher, y habrÃamos estado de acuerdo, por supuesto, en este ámbito.
H.R. – Departamento de Lengua y Literatura
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